Creció sintiéndose protegida y muy amada. Al llegar a
la edad en la que comprendió que el camino que se abría ante ella tendría que
recorrerlo sin aquellos que hasta ese momento la habían arropado... decidió
coger la pequeña maleta que le entregaron sus progenitores, una maleta repleta
de valores, ilusiones y proyectos de futuro.
A medida que iba pasando el tiempo...el equipaje fue
creciendo, en el fue almacenando obstáculos de diferentes categorías:
enfermedades, tristezas, fracasos, decepciones, y un sin fin de equivocaciones.
Deseaba aligerar la maleta pero ese anhelo jamás se
cumplía y ella seguía avanzando y tirando de un lastre demasiado pesado.
Los años fueron pasando y conforme iba
envejeciendo...sus fuerzas iban mermando y ya con una quebrada salud no le
quedó más remedio que desvincularse de tan pesado equipaje disponiéndose, en
solitario, a abrazar su propio destino.
(Rosa Estorach)
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