MI LIBRO "HISTORIAS DE BARRIO Y HOJAS SUELTAS"


HISTORIAS DE BARRIO Y HOJAS SUELTAS - Kizoa Movie Maker

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miércoles, 8 de marzo de 2023

¡MUJERES!

 


Callado estandarte de valentía tras años de obligado silencio.

¡Que no tuviera la osadía de emitir una réplica!

¡Que no tuviese derecho al voto!, ya que solo era derecho de hombres, y las mujeres...las mujeres solo eran lo que eran, ¡nada!

¿Para qué servían? ¿Para procrear? ¿Para criar a los hijos? ¿Para atender las necesidades de la casa? ¿Para hacer de enfermera cuando se presentaba el mal? ¿Para cuidar a los ancianos? ¿Para llevar la comida, tras una larga caminata, a sus esposos en el lugar de trabajo? ¿Para acarrear el agua de la fuente más cercana? ¿Para ir a lavar al río toda la ropa de la familia? ¿Para ayudar, por si fuera poco, en las labores del campo? ¿Para cuidar a los animales? ¿Para realizar las matanzas? ¿Para amasar el pan? ¿Para desahogo de su esposo cuando él lo precisara? ¿Para servir de puchimbol en los momentos de frustraciones masculinas?

Lo expuesto y mucho más era la vida de cualquier mujer en el pasado, salvo algunas excepciones, y si nos vamos a la parte laboral o cultural...apaga, y vámonos.

Y yo me pregunto: ¿Por qué? ¿Con qué derecho?

Afortunadamente, hoy, y no en todo los países, la mujer está considerada en lo que vale, se la respeta y ocupa puestos de relevancia, pero...¿no se han dado cuenta que la mujer tiene que demostrar, tres veces más que un hombre, su valía para acceder a dichos puestos?

La lucha sigue, estamos en el siglo XXI y siguen existiendo energúmenos que no admiten un NO por respuesta y optan por lo más fácil, aniquilar su problema, total, ¿cuánto vale una mujer?, para ellos...¡NADA!

Existen, si, siguen existiendo esas mujeres sufridas, calladas, asustadas, relegadas por unos seres despreciables a seguir siendo NADA, y digo seres, porque esos maltratadores no son hombres, hoy en día el hombre es un ser maravilloso educado en la igualdad y que están viviendo también con la desgracia de ser señalados por culpa de unos descerebrados.

En un día como el de hoy quiero aplaudir, fuertemente, a esas mujeres valientes que han echado a la vida, lo que las caracteriza como tales, para demostrar lo que de verdad valen.

Igualmente aplaudo a los hombres que no ve diferencia en los géneros y que repudian a aquellos otros... que se han convertido en su vergüenza.

(Rosa Estorach)