El cielo está deprimido,
llora y llora sin cesar,
y es que el sol...
permanece escondido
negándose a asomar.
El viento, muy enojado,
no para de soplar,
intenta despejar las nubes
que permanecen, sin moverse,
impidiendo al sol pasar.
Los tonos grises...
suplantan al brillante azul
del manto celestial que...
sigue llorando y llorando,
sin querer descansar.
(Rosa Estorach - abril 2018)
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